¿Qué es lenguaje asertivo?

Es la forma en que te comunicas de manera directa con las demás personas. Dices lo que realmente piensas para defender tus derechos, hacer sugerencias y expresar tus opiniones. Lo haces bajo el respeto a los demás y a ti mismo. No caes en la agresividad o pasividad.

Nos comunicamos a toda hora. Lo hacemos con nuestras palabras o aun cuando no hablamos, en esta última posibilidad enviamos mensajes con nuestro cuerpo. Sigmund Freud decía: “Aquel que tenga ojos para ver y oídos para escuchar, podrá convencerse de que ningún mortal es capaz de guardar un secreto. Si sus labios mantienen silencio, conversará a través del resto del cuerpo’’.

La asertividad que debiera ser algo elemental de aplicar, en la práctica no lo es. ¿Cuántas veces no has quedado afligido porque dejaste que te vulneraran tus derechos y no los defendiste en debida forma?; ¿cuántas veces no quedaste con sentimientos de culpa porque fuiste muy rudo en una comunicación?, ¿cuántas veces no desaprovechaste oportunidades buenas en la vida porque no supiste que decir?

¿Alguna vez te ha pasado esto o algo similar?

¿Un amigo te pregunta si puede dejar su mascota contigo y tenías otros planes, pero no fuiste capaz de negarte?

¿Tenías una mejor manera de expresar lo que te convenía, pero te diste cuenta cuando acabó la reunión de esto?

¿Fuiste a una entrevista de trabajo, pero todo salió mal?

¿Le hablaste agresivamente a tus compañeros de trabajo, subalternos o superiores?

¿Estás en el supermercado y alguien se te cuela en la fila y no haces nada?

¿Tienes problemas de convivencia con amigos, vecinos o familiares?

Ahora, ¿Tienes que vivir toda la vida con estas limitaciones? No. La buena noticia es que la asertividad es una cualidad que se puede aprender o mejorar.

Razones por las que no tenemos un lenguaje asertivo.

Recuerda que somos seres que accedemos a la información a través de nuestros sentidos. Esa información nos crea modelos de comportamiento. Somos seres programados. Esto lo enseña la planeación neurolingüística.

Así las cosas, las causas de no tener un lenguaje asertivo pueden ser muchas. Por ejemplo:

padres o profesores autoritarios que no nos dejaban expresar nuestros pensamientos.

Experiencias negativas que hayamos tenido y que nos hagan ser tímidos en ciertas circunstancias.

La baja autoestima y confianza no te permiten un lenguaje asertivo.

Existen modelos de comportamiento sociales estereotipados, por lo que asumimos que debemos actuar de determinada manera.

Por nuestras experiencias en la vida en general.

Por emociones internas de miedo, ansías, stress o nerviosismo.

Por nuestra personalidad.

¿Para qué te sirve ser asertivo?

Tendrás una comunicación respetuosa con tus interlocutores.

Podrás expresar lo que piensas.

Defenderás tus derechos en debida forma.

No ofenderás a nadie.

No quedarás arrepentido con lo que expresaste.

Compartirás tus sentimientos.

Estarás en capacidad de interactuar con los demás y preguntar sobre las cosas que no te convencen.

Mejorarás tus relaciones con las personas. Recuerda que los demás asocian nuestro comportamiento y lenguaje con sus emociones. Si siempre llevamos mensajes negativos, de frustración, queja, etc, las otras personas consienten o inconscientemente nos verán como personas tóxicas.

No desaprovecharás momentos importantes para tus intereses por culpa de tu lenguaje.

¿Cómo se superan las limitaciones de tener un lenguaje asertivo?

Primero identificando en que estamos fallando. Por ejemplo: ¿Somos agresivos?, ¿no decimos lo que pensamos?, ¿no defendemos nuestros derechos?, ¿cuál es la razón por la que no lo hacemos?, ¿perdemos en algunos momentos la posibilidad de expresar lo que necesitamos, que nos hace perder oportunidades?, ¿permanentemente estamos alejando personas de nuestro lado? etc.

Sabiendo cual es el problema y posiblemente la causa, hay que desechar esa información en nuestro cerebro que nos hace actuar así.

Actuamos de determinada manera porque nuestras neuronas tienen una información que, a través de las redes neuronales, usamos. Esa información la usa nuestro consciente y subconsciente para interactuar. ¿Podemos cambiar la información en nuestro cerebro para nuestro beneficio? Sí, absolutamente sí.

El prestigioso Institutito de Investigación Scripps en Estados Unidos, dijo que la misma región cerebral puede motivar un comportamiento aprendido.  También afirmó que se puede suprimir ese mismo comportamiento. El estudio dijo que nos comportamos de determinada manera, porque hemos aprendido a hacerlo así. Más adelante agregó que, nuestros cerebros los podemos reprogramar con la información que necesitemos. Así con nueva información, ante las mismas circunstancias, actuaremos de otra manera.

La PNL tiene varias herramientas para hacerlo. Una eficiente está publicada en este blog llamada: “las anclas”.

¿Básicamente qué hay que hacer?

Cambiar el programa de nuestra mente que nos permita:

Desechar los pensamientos negativos.

Que aprendamos a manejar nuestras emociones.

Tener claras las metas en la vida; saber que a través del lenguaje respetuoso es que puedes defenderlas para lograrlas.

Eficiencia en el mensaje que envías. Recuerda que a veces pensamos que lo que decimos fue entiendo. Entre emisor y receptor pueden pasar muchas cosas. Construye mensajes claros, entre más cortos mejor. Dilos con las palabras y entonación adecuada. Verifica que el mensaje fue recibido, ampliándolo o haciendo preguntas sobre lo que dijiste.

No ataques a las otras personas. Sé duro con el problema.

Da razones de justicia o argumentaciones válidas.

Envía tus mensajes teniendo emociones positivas en tu mente. Se reflejan en el tono, lenguaje corporal y palabras que utilizas.

Conocer técnicas de negociación; te ayudan mucho a obtener un lenguaje asertivo.

Finalmente, el tener un lenguajes agresivo o pasivo, impiden tu realización como persona y pueden trancar tus logros. Existen distintas técnicas para superar lo que te impide actuar en la forma en que lo debes hacer, unas es la de las «Anclas» de la PNL. En este Link podrás ver en qué consisten y cómo aplicarlas «Las Anclas»

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