Buddha:

“Sean cuales sean las palabras que usamos, deberían ser usadas con cuidado porque la gente que las escucha serán influenciadas para bien o para mal”.

La siguiente frase se la escuché por primera vez a un profesor de la Universidad de Harvard en el curso de negociación. No sé si será de su autoría, pero que palabras tan ciertas. Su nombre Julio de Caro, siquiatra:

“Cuando la gente cambia lo que dice y hace, empieza a cambiar lo que piensa y siente”.

Recuerde que somos seres programables. Esta frase la hemos dicho en otros post y nos cansaremos de repetirla, es uno de los fundamentos de la planeación neurolingüística. Si quiere mirar con más detalle cómo grava nuestro cerebro la información le recomiendo la lectura de esta entrada.

Ahora tenga cual quiera de los modos fundamentales de procesar la información según la neurolingüística, esto es, sea usted visual, auditivo o kinestésico, las palabras tienen un proceso circular sobre lo que piensa y dice. Sus pensamientos crean palabras y sus palabras crean pensamientos. Cuando vamos procesando ideas en nuestro cerebro y las queremos expresar, articulamos palabras. Vamos creando registros en nuestra mente en relación con las palabras de las cuales recibimos información.

Lo hacemos con las palabras que nosotros pronunciamos o con las que escuchamos de otras personas. Las palabras tienen el gran poder de impactar su mente cuando las dice y cuando las escucha.  Sea que vengan de usted mismo o de otra persona.

Lo que usted diga se grabará en su cerebro. Lo que escuche también se almacenará en sus recuerdos. Esa información grabada hará que actúe de determinada manera. Su actuar también se grabará en su mente cómo su modelo de funcionamiento. De las palabras pasará a las acciones. Así se dará un proceso circular entre lo que dice y hace, y viceversa.

Si usted parte de sus pensamientos para articular las palabras que quiere pronunciar para comunicarse, el proceso inicia desde los conceptos arraigados en mayor o en menor medida en su mente y van hasta la emisión del mensaje procesado. En este caso a pesar que las palabras vienen de su mente, usted debe ser cuidadoso de lo que dice. ¿Cuántas veces decimos frases y palabras sin el análisis responsable o con la precaución del impacto que tiene lo que hablamos para nosotros mismos y para los demás? No recapacitamos suficientemente en nuestras afirmaciones o negaciones. 

Recuerde lo dicho, sus palabras son un manual de instrucciones en su mente para guiar sus actuaciones y ese manual de funcionamiento en su cerebro tiene una interacción permanente a través de su mente consciente y de su subconsciente, con lo que hace.

Su mente subconsciente almacena lo que escuche sin determinar qué le sirve para sus metas en la vida o qué no le sirve. Luego de grabadas las utiliza sin la intervención de su consciente, en principio.

Por ejemplo, podemos decir permanentemente que somos malos para hablar en público y lo repetimos una y otra vez.  Si usted dice que es malo para hablar en público, tenga la absoluta seguridad que la próxima vez que lo vaya a intentar le irá mal. Su cerebro le dirá que usted no es capaz de hacerlo.

 Su mente consciente y su subconsciente hará que usted actúe así. Al momento de hablar le invadirá una sensación de temor ante el auditorio que podrá llegar hasta un miedo extremo.

Contrario si se dice, por ejemplo, que en alguna ocasión le fue bien en una explicación que hizo ante un auditorio. Que se ha preparado tan bien para esta oportunidad en lo que tiene que explicar, que se siente seguro de lo que sabe y que se sentirá cómodo expresándoselo a otras personas, que, aunque no son conocidas por usted o podría pensar que son allegadas a usted, lo hará bien.

Si este discurso o uno parecido se lo repite varias veces, tenga la absoluta seguridad que su charla será un éxito. Habrá programado su mente para hacerlo bien y su consciente y subconsciente trabajarán para ello. Si actúa con estos pensamientos, sus repeticiones se grabarán en su mente con mayor fuerza forzando su éxito.

Una vez más, tenga cuidado con las expresiones que le llegan a su mente, incluso las que lanzamos nosotros mismos sin mayor reflexión, crean un manual de funcionamiento o se graban en nuestro cerebro.

Algunas veces, sobre todo de adultos, procesamos la información recibida para filtrarla y decantar su mensaje. Pero, ¿cuantas veces no le ponemos el cuidado suficiente? Su cerebro las guarda y su subconsciente las utilizará con las implicaciones que ya conocemos. No deje que le digan o no lo acepte en sus pensamientos, que usted no sirve para tal cosa.

Deseche inmediatamente los conceptos que escuche que considere perjudiciales para sus intereses. Si no lo puede hacer en el momento de la conversación o del instante en que recibe el mensaje, tómese su tiempo y hágalo después. Arraigue en su mente los conceptos favorables.

Ya a estas alturas sabe o intuye que debe apartarse de las personas tóxicas o de aquellas que hablan cómo perdedores en la vida. Debe apartar de su mente lo malo que haya escuchado en esa relación. En este momento usted ya tendrá otra ventaja, al estar alerta a lo que escucha, este solo ejercicio no permitirá que lo contrario a sus intereses le afecte en demasía. De todos modos, reprograme lo negativo escuchado.

Usted también siembra conceptos en las mentes de otras personas con sus palabras. Tiene la responsabilidad de usarlas para beneficio de sus interlocutores. Las palabras no se las lleva el viento. Quedan grabadas en lo profundo de nuestras consciencias. Nos afectan positiva o negativamente. De acá en adelante estoy seguro que cuidará lo que les diga a sus hijos. Jamás les diga cosas que usted sabe que son negativas y le condicionarán sus vidas, tales como nunca serás capaz de hacer tal cosa; los pobres nacen pobres y siempre serán pobres y cualquier otra expresión parecida.

Los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio.

Tomado del libro “La fuerza que mueve al mundo”; este no es un libro de planeación neurolingüística, tampoco de negociación. Es un libro que habla sobre aproximaciones a la existencia de Dios y del poder la mente; ¿cuál de los dos funciona? El autor plantea de forma muy corta, temas de PNL en su análisis.

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